Al comenzar el fútbol profesional colombiano tuvimos la oportunidad de expresar en esta columna diferentes conceptos que merecían algunos equipos del futbol cafetero. Recuerdo perfectamente que por el campeón colombiano, el Independiente Medellín, expresábamos la preocupación por la conformación del equipo en el nuevo torneo y sobretodo en la Copa Santander Libertadores.
En el rentado nacional el DIM no va mal, incluso el equipo está en estos momentos dentro de los cuatro primeros que disputarán el titulo de campeón del primer semestre, sin embargo el equipo no es muy efectivo ante el arco rival y esto se ha evidenciado en la Copa Santander Libertadores, donde esta semana quedó al borde de la eliminación pues cayó en su visita al Racing de Montevideo 1-0. Esto acompañado de tres empates en otras tantas salidas no le ayuda mucho al equipo de Leonel Álvarez en su objetivo de clasificar a la siguiente ronda.
Vuelvo y repito lo mismo: El Medellín vendió sus goles y sus ideas. Con esto me refiero a la partida al fútbol mexicano de Jackson Martínez y Luis Fernando Mosquera. Le debe haber entrado un buen dinero al club, pero en la parte deportiva dejaron un hueco inmenso. La llegada de Tressor Moreno y el paraguayo Mario Jiménez no han sido suficientes para llenar el vacío. Incluso Tressor ya perdió la titularidad con Nelson Barahona un panameño que pinta bien.
Le quedan dos partidos a Leonel y sus muchachos para ganar y esperar, con camándula en mano, otros resultados y poder acceder a la siguiente fase en la Libertadores. A propósito de Leonel el ambiente en torno a su posibilidad de ser el técnico de la selección se enfrió tan rápido como se calentó cuando salió campeón en diciembre pasado… así somos colombianos: de calenturas.
Comments
Post a Comment