En el aire hay olor a fútbol y goles, estoy sentado en una tiendita callejera, justo al frente del Maracaná. Así lo conocemos a quienes nos apasiona el fútbol. Su nombre: Estadio Journalista Mario Filho, en honor a un famoso periodista deportivo brasileño.
Si, estoy al frente del mismo Maracaná que fue testigo de la mas grande y recordada hecatombe en la historia del fútbol: El Maracanazo.
Hoy el estadio está en reparaciones pues será uno de los estadios sede de la Copa del Mundo a jugarse en Brasil en el 2014, sin embargo a su alrededor el espíritu futbolero y festivo no se pierde. Mientras hombres y mujeres se ejercitan corriendo alrededor del escenario, otros toman cerveza, escuchan Samba y mantienen discusiones futboleras.
El Maracanazo es tema prohibido... a la pregunta sobre ese recuerdo la cara del tendero cambia: Causó mucha tristeza, estupor, rabia, impotencia. Hubo gente que prefirió no seguir viviendo antes que aguantar esa vergüenza. Hasta hoy ningún brasileño entiende como aquel equipo uruguayo comandado por Obdulio Varela les pudo ganar.
Sentado en esta esquina de este típico barrio de clase media en Rio de Janeiro recuerdo con nostalgia mi añorado Pascual Guerrero. Guardadas las proporciones arquitectonicas, históricas y significativas el Pascual tambien es un estadio de barrio que se convirtió en el eje de crecimiento de un barrio muy popular de la ciudad de Cali: El barrio San Fernando, evidentemente le falta la historia del Mario Filho.
El Maracaná ha visto desfilar miles de cracks del futbol brasileño: Pele, Vava, Altair, Garrincha, Carlos Alberto, Felix, Socrates, Zico en fin no me cabría en un solo artículo tantos grandes que el Maracaná vio en su terreno. Este estadio vio y consagró a un flaquito que jugaba con la 10 del Flamengo y que luego maravillaría al mundo con su fútbol: Artur Antunes Coimbra, mejor conocido como Zico. Aquí, el astro Diego Maradona por poco y marca uno de los mejores goles en la historia de esta cancha: Un disparo desde la mitad del terreno rebotó en el horizontal, nadie olvida la rabia del Diego cuando contra el cesped estrelló sus puños de rabia, sabiendo que ese gol hubiera valido mucho más en el Templo del Fútbol.
Si, este mismo Maracaná, testigo de miles clásicos Cariocas: El Fla Flu y testigo de uno de los momentos mas importantes y mágicos en la historia del fútbol: El gol número 1000 del rey Pelé. El Santos venía de jugar en Bahía y Pelé había tenido una oportunidad única de marcar su gol. Esa noche 40 mil espectadores se juntaron en el estadio Fonte Nova de Bahía Todos querían ser testigos del hecho histórico. Pelé dejó atrás al arquero Jurandir, la pelota se fue un poco larga hacia la derecha, sin embargo con velocidad Pelé le llegó y a puerta vacía remató, el estadio respiro hondo... De la nada un hombre se le atravezó a la historia: Nildo zaquero del Sport Bahia no permitió el abrazo de la pelota con la red. El estadio entero lo abucheo.
Hubo que esperar a la noche del 19 de noviembre de 1969: Santos fue a visitar al Vasco da Gama, otra vez estadio lleno, todos en la cita con la historia. Pelé había tenido una opción clara en el primer tiempo: Su remate se estrelló contra el horizontal, parecía que el ansiado gol no llegaba. Santos ganaba 1-0 promediaba el segundo tiempo y el árbitro central, Manuel Amaro señaló un penal. El Maracaná temblaba, Pelé tomó la pelota entre sus manos. La acomodó en el punto blanco. El árbitro deseaba de todo corazón que el Rey no fallara, sabía que pasaría a la historia. Pele se impulsó y con la pierna derecha remató abajo al palo de la mano izquierda del golero Andrada... nada que hacer para el portero, Pele escribía su historia. Al terminar el juego Pelé dio una vuelta olimpica con una camiseta de su equipo marcada con el numero 1000. Una placa dentro del vestuario inmortalizó el momento.
Hoy la vida ha querido que yo este aqui sentado en una tiendita de barrio al frente del Maracaná: El olor a fútbol y goles está en el ambiente, se siente y se mezcla entre las charlas de fútbol y las notas de Samba.
Comments
Post a Comment