Haciendo el recorrido final en el avión que me trajo a Canadá, exactamente a la ciudad de Toronto capital de la provincia de Ontario. Y mirando desde los aires hacia el este de la ciudad se ve un inmenso “mar” azul que seguramente ha sido el punto de referencia para el desarrollo de una lindísima urbe que se levanta orgullosa y elegante a sus orillas.
Al verlo desde el aire este
inmenso “mar” que no es otro que el lago Ontario, lo hace pensar a uno en
cualquier Océano del mundo pues su gran extensión la forma y el color de sus
playas se asemeja a cualquier océano. La gran diferencia es que esta inmensa
extensión de agua es dulce. Sus olas y sus playas no hieren con su sal, por el
contrario, su agua es pura y dulce como cualquier río o laguna.
Toronto fue fundada a
comienzos de del siglo XlX y su desarrollo ha estado ligado con este lago, el
menor de los grandes lagos. Y que hace parte del sistema fluvial del río San
Lorenzo. El desarrollo económico y lo multicural de su población son la
respuesta a una gran ubicación geográfica y a una específica planeación apoyada
en una muy saludable economía como la canadiense.
Toronto se ha ido
desarrollando a partir de un puerto que le permite recibir productos de toda
clase y últimamente una gran nube de inmigrantes de todas partes del mundo que
han respondido al programa canadiense que le ofrece a profesionales jóvenes de
cualquier lugar una oportunidad de cambiar de vida y salir adelante en este
bello país norteamericano.
Toronto se extiende hacia el
norte y hacia el oeste del lago con largas avenidas y calles que confluyen en
un centro rico en restaurantes, bares, teatros, museos y rascacielos que
levantan sus largas siluetas mirando hacia la infinidad azul del Ontario. Sus
colores se mezclan entre una población joven a la que se le ofrece la facilidad
del transporte entre el tranvía, los trenes y el metro. Mas allá, a sus
afueras, las nuevas familias de inmigrantes crían nuevas generaciones de canadienses
entre las bondades del sistema, grandes espacios para vivir y divertirse, mucha
seguridad, oportunidades de inversión y muchas innovaciones como sus nuevos billetes de plástico.
Entre sus muchos rascacielos, que en algunos lugares de la ciudad tapan la visión del cielo para el caminante, se destaca una torre que se levanta muchos metros mas arriba que cualquiera otra. La torre CN. Su base en forma de trípode va elevándose altiva, adelgazándose a medida que gana metros hacia arriba terminando en una punta a 553 metros de altura. Unos metros antes de la punta una estructura circular la rodea dándole una forma robótica bastante particular que además es iluminada en su centro con luces multicolores que la hacen sencillamente del otro mundo. En la estructura circular que está a 447 metros de altura funciona un restaurante que no solamente esta bastante alto, sino que también gira permitiéndole a sus comensales la visión periférica de toda la ciudad: ¡Sencillamente espectacular!
Y así, espectacular es esta
ciudad canadiense que hace poco fue considerada como una de las 10 ciudades del
mundo mas atractivas para vivir en el mundo. Toronto es linda, multicultural y
rica, pero no sería lo que es sin ese inmenso “mar”, llamado el Lago Ontario
que baña sus orillas y le da esa elegancia que solo las grandes damas y las
grandes ciudades poseen.
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