Sólo a tres
minutos del final del partido contra el Leganés el Barcelona pudo resolver un
juego que no hizo mas que extender las
dudas y las preocupaciones que acechan al barcelonismo.
La no
celebración de Messi de su decisivo gol, entraña quizás una protesta contra una
grada que pitó y protestó en varios momentos del juego, sobretodo en casos
específicos como el de André Gomes y el mismo Luis Enrique. Una grada que no
respondió a su compromiso como afición pues fueron solamente 63.378 personas al
teatro Catalán y que se comportó especialmente crítica con los protagonistas.
Más allá de
las dudas que se confirmaron en el Parque de los Príncipes ante el PSG el
partido ante Leganés dejó dos datos insólitos que provocan serios
cuestionamientos. El primero: Entre los 11 titulares había sólo un español,
Sergi Roberto y segundo entre los mismos inicialistas sólo había tres hombres
de la cantera blaugrana: Messi, Rafinha y Sergi Roberto. La pregunta que salta
de inmediato es si hay una perdida de identidad del Barcelona frente a su
pasado lleno de gloria fortalecido por sus jugadores venidos de la Masía o si
es simplemente una cuestión de circunstancias teniendo en cuenta que había
jugadores descansando como parte de la rotación natural del equipo.
La respuesta
no es clara pero en el imaginario barcelonés se empiezan a preguntar donde
están los valores de la casa que antes cubrían estas ausencias naturales. Los
Munir, Bojan, Bartra, Fontás, Thiago etc que hoy en día defienden otras
camisetas con relativo éxito.
Ante el
Leganés el Barcelona no jugó bien, su arquero los salvó de una pesadilla peor
pero el desánimo se notó en los once jugadores que saltaron de inicio,
finalmente el Barcelona pudo resolver a tres minutos del final pero las
sensaciones que quedaron no fueron buenas de cara a la visita al Atlético de
Madrid la próxima semana y a un hipotético milagro de remontada contra su
verdugo parisino.
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