Después del fracaso de la selección Colombia de mayores en la eliminatoria rumbo al mundial de Suráfrica nadie imaginó que la selección cafetera Sub-17, que partió sin mucho ruido rumbo a Nigeria al mundial de la categoría, fuera a llegar tan lejos. Ya no importa la dolorosa goleada sufrida ante Suiza que dejo a estos muchachos sin la posibilidad de disputar la final de este mundial. Lo que debemos resaltar con letra mayúscula, es lo que hicieron estos colombianitos (por edad) de la mano del técnico Ramiro Viafara.
Sobretodo por una característica que mostraron, que le ha faltado no solo a los futbolistas cafeteros sino en general a la sociedad colombiana, pasando por todos los demás deportes y demás elementos sociales. Esa característica fue el deseo de luchar contra viento y marea, el deseo de luchar hasta el final, nunca darse por vencidos así las cosas pintaran de la peor manera, hasta contra Suiza perdiendo 4X0 lo demostraron.
La selección colombiana sub-17 me lleno el corazón de orgullo, me enseñó que en la vida no se puede desfallecer, que se debe luchar hasta la ultima consecuencia, hasta que se este muerto y sepultado.
Estos niños colombianos son un ejemplo, quizás muchos se queden en el camino y no lleguen a ser profesionales del deporte pero añoro que este sea el punto de partida para el cambio en el futbol nacional. Para que nos demos cuenta que nos sobra la calidad y que tenemos la materia prima para estar en la élite del fútbol mundial.
Para que nos demos cuenta de una vez por todas que si podemos.
Comments
Post a Comment